Una pregunta que nos hacéis habitualmente cuando empezáis a funcionar es: “¿Y qué necesito?”. Realmente hay pocas cosas imprescindibles y os las vamos a contar, para que tengáis una cabina con todo lo necesario, práctica y muy chula.

1. CAMILLA

Esta es la adquisición más importante que vais a hacer. Tiene que ser cómoda para el que se tumba y por supuesto para nosotros.

La densidad debe ser la apropiada, según la técnica que vayamos a utilizar nos convendrá más una u otra, para osteopatía por ejemplo debe ser de mayor densidad con la intención de que absorba los impactos lo menos posible en un desbloqueo y si realizamos masaje exclusivamente, podemos permitirnos una menor densidad, que sea más blandita.

El ancho de la camilla debe de rondar los 60 cm, es típico cuando uno empieza y no tiene demasiada experiencia, pensar que cuanto más ancha es la camilla mejor, “así la persona tumbada estará más cómoda”. ¡Pero… error!. La camilla es para masaje, no para echarse la siesta y con el ancho que os comentamos es suficiente para que una persona esté cómoda (por voluminosa que sea). En cambio para nosotros cuanto más anchura sumemos será peor, tendremos que trabajar a más distancia desplazando nuestro eje de gravedad, con lo cual tendremos que flexionarnos más cargando la zona lumbar en exceso.

Es también importante tener la posibilidad de que el respaldo sea reclinable, por un lado determinados masajes nos exigen trabajar con el abdomen flexionado y por otro lado es incómodo para el que está tumbado estar completamente extendido, si por ejemplo lo que le estamos tratando es un pie, todos somos un poco curiosos y además media hora mirando un techo es muuuuy larga.

Lo último ya por comentar en este aspecto es ¿camilla plegable o eléctrica?. Aquí el factor decisivo es el precio, las eléctricas/ hidráulicas rondan los 1.000€, mientras que las plegables (de una calidad decente) los 300€. Para trabajar, sin duda, es más cómoda una camilla eléctrica: por su estabilidad, porque se regulan en altura a las mil maravillas con solo mover un pie, son más cómodas, los accesorios están mejor ajustados,…. La única ventaja que ofrece una camilla plegable es la movilidad, no necesitas tener un sitio fijo para dar masajes y te permite desplazarte a domicilios y eventos.

 

2. CREMAS

El tema de productos de masaje daría para escribir largo y tendido pero no nos vamos a extender más de lo necesario para tener una idea general.

Por su textura podríamos encontrar: crema, leche, aceite, aceite sólido, manteca,…. y en este caso la textura más apropiada es con la que nosotros nos sintamos más cómodos. Habría solo una excepción, y es que sobre vello abundante se aplica aceite, para evitar una infección en el poro llamada foliculitis.

La otra razón para elegir un producto u otro es su composición, que sea mejor o peor depende de sus principios activos (calidad y cantidad). Es cierto que la efectividad del masaje depende de las manos y la técnica principalmente, pero añade un plus enriquecer el masaje con un producto apropiado adaptado al tipo de masaje (descontracturante, relajante, circulatorio, anticelulítico,…).

Cabe destacar que un producto corporal en general no es compatible con la piel del rostro y sería bueno tener un producto facial.

En Centro Vallisoletano de Masaje cada vez apostamos más por productos vegetales puros para el cuidado de la piel, os vamos a dar una opción económica y versátil, que es la aromaterapia. Solo necesitamos un aceite base y algunos aceites esenciales como principio activo.

  • Corporal: Aceite de almendras + A.E. Lavanda (relajante, regenerador cutáneo)
  • Corporal: Aceite de almendras + A.E. Enebro (analgésico y antiinflamatorio)
  • Corporal: Aceite de almendras + A.E. Ciprés (venotónico y linfotónico)
  • Facial: Aceite de Jojoba* + A.E. Lavanda Sevilla (hidratante, reafirmante y antiarrugas)
  • Facial: Aceite de Jojoba *+ A.E. Palo de Rosa (reafirmante, regenerador y calmante)

*Jojoba: (apto para todo tipo de piel, no aporta grasa).

Dicho esto, nuestra recomendación sería tener, un aceite de masaje, una crema, un producto facial y un desinfectante.

 

3. AMBIENTE Y MÚSICA

La cabina debe transmitir tranquilidad y ser agradable. Para ello es importante que todo esté, por supuesto, limpio y ordenado, con una decoración acorde con nosotros y nuestro tipo de trabajo.

Es bueno tener una música relajante y en un tono tranquilo, os dimos alguna idea en un post de hace unos meses, en la entrada  música en cabina.

La temperatura debe rondar los 22º-23º.

Es útil para nosotros tener un ordenador y libros de anatomía y masaje, para poder recurrir a ellos en caso de duda.

Para dar un toque más especial podéis tener un difusor de aceites esenciales y una lamparita con luz más tenue.

 

4. ACCESORIOS PARA CAMILLA

Como ya sabéis en algunos masajes es necesario, o más cómodo, colocar rodillos o cojín facial.

Para cubrir la camilla podemos usar toalla o sabanilla, también es conveniente colocar papel desechable, y siempre debemos contar con alguna toalla más por si fuera necesaria.

 

5. ¡TU!

Dejamos para lo último el factor más importante, y ese eres tú. Es fundamental tener una buena formación, saber para qué estamos capacitados y en qué casos debemos delegar en otros profesionales, la ética profesional es una de las claves del éxito. Nunca, y bajo ningún concepto debemos hacer falsas promesas o vender técnicas milagro.

También es importante el trato con el cliente y la actitud que mostramos con los mismos (a todos nos gusta que nos traten con cariño y amabilidad), que escuchen realmente cuáles son nuestras necesidades y mucho mejor si es con una sonrisa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario


*